domingo, 5 de febrero de 2012

El resbalón de Maite Gimeno en el congreso del PSOE


Nuestra alcaldesa Maite Gimeno ha asistido como delegada al 38º Congreso Federal del PSOE, una buena noticia para ella, uno de los referentes del socialismo en la provincia de Alicante, por haber conseguido, gracias al pacto con Bloc y UCID arrebatar la alcaldía castelluda al PP, cosa que en un socialismo alicantino en horas bajas la organización lo agradece.

Tanto Maite Gimeno como algunos de sus peones más próximos (el joven Palma, por ejemplo) están muy cercanos a la corriente liderada en la Comunidad por Elena Martín, secretaria de Organización del PV y Ana Barceló, presidenta provincial, ambas del sector afín a Leire Pajín (en la foto en las pasadas fiestas), que a su vez se ha decantado en este congreso por la catalana Carme Chacón, derrotada por Rubalcaba por un puñado de votos.

La federación socialista valenciana es un hervidero que no ha dejado de dar quebraderos de cabeza al PSOE nacional. En esta ocasión, ha habido varias (demasiadas) voces distintas en el congreso, lo que ha debilitado enormemente las opciones de estar representados en la Ejecutiva Federal, que únicamente cuenta con tres valencianos, no precisamente de la cuerda de Chacón. Este congreso ha abierto la puerta a que en el próximo del PSPV se vuelva a la estructura orgánica comercal, dejando la provincial de lado, que ha servido de bien poco. Y ahí comienzan los quebraderos de cabeza de nuestra alcaldesa.

Los alcaldes socialistas de los pueblos cercanos al nuestro, Alcoi, Cocentaina, Alqueria d'Asnar i, aunque no está en nuestra comarca, Xixona, se han posicionado claramente por Rubalcaba; Maite no, ya es sabido (así lo anunció hace poco en las páginas del Escaparate Digital), y esa decisión le puede pasar factura tanto en el próximo congreso valenciano como en el siguiente, con toda probabilidad comarcal. Ella, que durante un tiempo fue la niña mimada de Jaume Pasqual, alcalde de l'Alqueria y diputado provincial, en aquel tiempo que el PSOE prácticamente no existía en Castalla, puede que ahora se encuentra más sola que la una a nivel orgánico, toda vez que las huestes pajinistas entren en el declive esperado.

La gestión de Maite Gimeno y el tripartito en el ayuntamiento de Castalla se parece a la coreografía del baile de la yenka, "izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, detrás...", con cosas buenas (su predisposición a solucionar los problemas del Casco Antiguo, la subestación de Iberdrola y la próxima puesta en marcha del polígono de Bastà) y con meteduras de pata clamorosas (viaje a FITUR multitudinario, petición como Patrimonio de la Humanidad de la fiesta de la vaca, su choque con los policías y otros funcionarios municipales, los comentarios sobre el flamante deportivo de un concejal...), con un equipo de gobierno neófito, verde para entendernos, que oculta su poca preparación política con actitudes del pasado, algo autoritarias.

Todo este bagaje municipal, claroscuro, no puede tener un apoyo fuerte en el PSOE de Castalla, ya que a nivel local se ha procurado acallar las voces disidentes con esa gestión y varios militantes o han hecho mutis por el foro decepcionados y se han dado de baja o están en pie de guerra y contándolo a quien les quiere escuchar. Y si no se tiene una agrupación sólida en el pueblo, ¿será capaz convencer a los líderes comarcales o valencianos de que la tengan en cuenta para el futuro, que se prevé bastante lejano de los apoyos que la sustentaban (Pajín, Martín, Barceló)?

Seguiremos la evolución de los acontecimientos con interés.