lunes, 10 de febrero de 2014

Obras son amores



La polémica está servida en Castalla, de nuevo con el planteamiento de la realización de una obra. 

Entre la Diputación y el Ayuntamiento de Castalla se van a desembolsar 341.623 € para reurbanizar la avenida República de Argentina, en el mismo centro del casco urbano. Y la pregunta nace sola: ¿es necesario acometer esa remodelación?


Distintos colectivos políticos y sociales ya han puesto el grito en el cielo porque, según ellos, esas obras no son necesarias y, en cambio, hay otras pendientes desde hace años y que se deberían  poner en marcha urgentemente, como son el arreglo del casco antiguo (que se va cayendo poco a poco) o la construcción de un nuevo colegio público (cerrado y con los niños y profesores dando clase en barracones) y de un nuevo centro de salud.. 



Nuestra opinión, que no quiere decir que sea la más acertada, es que la avenida sí necesita unos arreglos, sobre todo en cuanto a la visibilidad de los cruces (penosa y peligrosa), pero no mucho más. No entenderíamos que se arrancaran las moreras para plantar otro tipo de árbol, probablemente canijo y que, como ocurre en la avenida de Onil, ni dan sombra ni nada en verano; pero claro, una obra "menor" no justificaría la mordida de tanto y tanto euro.



Parece evidente que el equipo de gobierno de Castalla planifica sus obras de una manera ideológicamente perfecta (el arreglo de la calle Mayor es otro ejemplo). Es más rentable, según ellos, remodelar esta céntrica avenida, de gran importancia comercial y festera, que intervenir en una zona degradada como el casco antiguo y con pocos habitantes y de una extracción social media-baja. Craso error que se viene cometiendo desde hace muchos años, porque mantener viva y arreglada una zona como el casco antiguo atraería turismo y beneficios sociales.


Lo del colegio, pese a la recién visita de tapadillo de la consellera de Educación, que ha prometido demoler el edificio y construir nuevas instalaciones a partir de 2015, parece más una promesa pre-electoral que una realidad; si nos equivocamos, rectificaremos, pero no están las arcas de la Generalitat para muchas alegrías, con la inmensa deuda que ahoga el presupuesto valenciano, amén de que hay por toda la Comunidad unos 64.000 alumnos en barracones y no se va a poder arreglar este desastre en tan poco tiempo, por muchas promesas que se hagan. Tiempo al tiempo.


¿Y el nuevo centro de salud? Ya descartado, ni está ni se le espera. La pela es la pela y las prioridades, ideológicas.